A partir de los Juego Olímpicos de Seúl (1988) tanto el tenis como el tenis de mesa se convirtieron en deportes olímpicos. Por otra parte, el sueco Bjorn Borg fue el primero en la clasificación de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) en 1979 y 1980; el estadounidense McEnroe ocupó el mismo lugar entre 1981-84; el checo I. Lendl entre 1985-87 y otra vez en 1989; los suecos Mats Wilander y Stefan Edberg hicieron lo propio, respectivamente en 1988 y 1990-1991. Finalmente, en 1992, el número uno lo fue el estadounidense Jim Courier, quien gano el Open de Australia y los torneos de Roma y Roland Garros (el alemán Boris Becker obtuvo el Masters, el estadounidense André Agassi, el Wimbledon y el mencionado Edberg, el Flushing Meadow). Las damas que han copado durante la segunda mitad de los años 80 los primeros puestos del tenis mundial quedaron clasificadas en 1992 de la siguiente forma: Mónica Seles (Yugoslavia), ganadora de todos los trofeos importantes a excepción del de Wimbledon, obtenido por la alemana Steffi Graf, que la sigue en la clasificación; Gabriela Sabatini (Argentina), A. Sánchez Vicario (España), la veterana Martina Navratilova Mari-Joe Fernández (EE UU) y Conchita Martínez (España). En España, a finales de los años 80, han sobresalido figuras como los hermanos Sánchez Vicario (Emilio y Javier), Sergio Casal, Jordi Arrese, Carlos Costa y Sergi Bruguera, en la modalidad masculina, y las mencionadas Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez, en la femenina.